Milagrosa interacción

Hace un ratito hablaba con una amiga acerca de un agudo tema, que mencionarlo sería un poco mala clase de mi parte. Pero lo interesante es que sin haber podido dar el consejo certero, el simple hecho de conversar al parecer le fue un alivio. Y a mi también me ha ocurrido lo mismo, en que sin esperar respuesta alguna por parte de mi interlocutor, el simple vomito de los sentimientos, frustraciones, alegrías y todo ese arsenal de cosas que somos capaces de articular, significa la paz que ni siquiera esperaba.

Que increíble la magia que ocurre cuando además de alguien que habla, se encuentra alguien que de verdad escucha.