Animales desadaptados

Quienes conocen a Luna, la perra que duerme en mi cama cada noche, la halagarán por su simpatía, es innegable.

Pero quiero hablar de su lado oscuro, que sobre todo ha atormentado a mi madre en el último tiempo. Y el problema es que, como no podemos dejar la puerta del patio abierta toda noche, ni quisiéramos que ella se congele afuera, hay ocasiones en que literalmente deja la cagá en la alfombra del living.

La pregunta sobre la que quiero teorizar es ¿por qué siempre en la alfombra del living?, si tiene tantos lugares más modestos, a los que las visitas no tienen acceso. Por fortuna no han llegado visitas tan temprano como para que sean ellos quienes noten el triste espectáculo.

Al principio atribuíamos la culpa a la textura de la alfombra, que –lo que imaginábamos- es el piso más similar a tierra escarbable (lugares favoritos de estos animales). Descartamos esta teoría pues intentamos dejarle choapinos más accesibles, una toalla, en fin, no resultó.... además, estadísticamente el lugar de no-tierra que más escarba es el cobertor de mi cama, y dicho sea de paso, es un show digno de recomendación.

Mi nueva teoría es que, simplemente, la perra no tiene conciencia social. Me explico: si bien el living es el lugar de la casa que procuramos esté más presentable, también es el menos transitado. Supongo que Luna sólo considera la última parte, y cómo ve que es tan poco concurrido, asume que es el sitio eriazo de la casa. Realmente no cacha una.

Esta vez valoraré especialmente los comentarios y consejos.