¿alguna vez haré historia? ¿quedará plasmado mi nombre en un libro hecho para acumular polvo mientras frente a el la vida continúa inventando detalles indescriptibles que la hacen apasionante? Solo espero poner la atención en lo que vale la pena.

martes, junio 06, 2006

666

6 de Junio de 2006, a pocos días de mi cumpleaños, me permito pensar en cierto revuelo que puede o no causar tan memorable número.

Hace 2 o 3 días me llegó un correo, de alguien cristiano que aún no se bien quien es, donde enfatizaba lo terrible de la fecha, que se harían actos satánicos y suicidios colectivos alrededor de todo el mundo. Está por verse.

Si de verdad ocurre así, sería muy triste. Siempre es triste que gente muera, o que gente camine sin sentido por la vida (muerta en vida).

Pero no menos triste es ver como aún es posible ese nivel de supersticiones absurdas, sobre todo en gente que debiera tener una mirada distinta de la vida y con ella colorear la sociedad, esto es, de los cristianos.

Recuerdo que alguna vez una amiga me comentó una lectura sencilla pero bien interesante acerca del numero de la bestia, el 666: Si hablamos de números en la Biblia para nadie es un misterio que el 7 es uno de los claves, ligado a la perfección, a Dios. En ese sentido el 6 tiene la connotación de imitación, de intentar ser 7, pero no alcanzar (de hecho, en el Apocalipsis, muchas de las imágenes de Satanás lo presentan como el constante imitador). Y así como el 7 es divino, el 6 es humano. Por tanto 666 es humano humano humano. Humano al máximo.

Esta lectura me gusta mucho, pues creo que todo el mal al que estamos expuestos, sobre todo viene de nosotros mismos (ya lo dijo Jesús, lo que contamina al hombre no es lo que entra, sino lo que sale). Y es el dilema, debemos vivir lidiando con esa maldad intrínseca. No por nada necesitamos de Cristo como la ayuda externa, la única capaz de librarnos.

Por eso me parece triste la superstición frente al 666, pues es simplificar demasiado el problema, dejarlo fuera de nosotros y ponérselo ¡A una fecha!