¿alguna vez haré historia? ¿quedará plasmado mi nombre en un libro hecho para acumular polvo mientras frente a el la vida continúa inventando detalles indescriptibles que la hacen apasionante? Solo espero poner la atención en lo que vale la pena.

viernes, diciembre 31, 2004

Sutilezas mortales

Para ser el último día del año, un tema del que he sido sólo un apasionado espectador (Gracias a Dios, porque ciertamente le he tomado respeto) en el 2004.

Ayer manejaba muy rápido hacia Beaucheff (nota para los amigos: iba atrasado a encontrarme con mi futuro director de tesis, y a enterarme de que fue aceptada mi postulación al Magister) y en un momento veo a una paloma, parada muy campante en la calle, frente mío (no recuerdo si llegó y paró ahí, o si estaba de antes).

Saben qué, creo que ni siquiera frené ni menos traté de esquivarla. Por alguna razón que no me explico pensé que volaría en el instante preciso, o que por último se agacharía (quedaba justo entre las ruedas), pero no. Sentí el golpe y después vi por el espejo un montón de plumas dispersándose en la calle. Que leve es la vida.

jueves, diciembre 30, 2004

El sutil arte de olvidar

Creo que la vida siempre nos entrega regalos sutiles, que lamentablemente no todos somos capaces de notar, a menos que nos ejercitemos. Estos regalos tienen forma altamente variable, de mujer, de oración, de gesto, de sonido, de basura, de edificio, etc.; y son los que dan el nombre al blog, pues se mueven en el límite entre quedar sepultados en el olvido, o ser asimilados por nuestras células líricas y volverse parte de nuestra sangre.